Por Alex Ordaz Zayas 12/02/2018
Foto: Ángelo Salas
Rosita Fornés, la gran vedette de Cuba cumplió el pasado 11 de febrero 95 años de vida, acompañada de familiares y amigos en su residencia de La Habana. En los albores del año 1923 la ciudad de New York, en los Estados Unidos, la vio nacer en compañía de padres oriundos de España. México se rindió a sus pies y muchas de sus grandes figuras compartieron la escena y el espectáculo con ella a inicios de 1945; de hecho, fue en este país donde contrajo nupcias y concibió a su única hija. Pero, indiscutiblemente Cuba la hizo suya y la consagró como una de los mayores exponentes de la cultura cubana e internacional. En tal sentido, se convirtió en una de las artistas más aclamadas y queridas por todos los cubanos que hemos disfrutado no solo por su arte en el canto, la actuación o la danza sino por toda su grandeza. La Fornés es mucho más, su talento ha trascendido al punto de convertirse en un icono de talla suprema para aquellos que han seguido su trayectoria artística. Su nombre es sinónimo de carisma, elegancia, femineidad, toda una gama de complementos que la envuelven en un aura de grandes dimensiones, de ahí el sobrenombre de la gran vedette de Cuba.
Con motivo de su cumpleaños, una representación de la Agencia ACTUAR tuvo el placer de visitar su casa para agasajarla con algunos regalos entre los que sobresalía un ramo de rosas rojas, un perfume creado especialmente para ella a cargo de la Perfumería 1791 de la Oficina del Historiador de la Ciudad y una vela diseñada por el artesano Arnaldo Padrón Sarduy, a ello se sumó los buenos augurios a nombre de aquellas personas que tanto la admiran. En un ambiente afable y rodeada del cariño familiar nos recibió gentilmente en donde pudimos apreciar que aun, con el paso de los años conserva sus encantos, modestia y sensibilidad en su trato hacia los otros.
En un momento del diálogo sostenido con ella, comentó sobre algunos pasajes de su vida personal a temprana edad y como artista consagrada. Asimismo, conmovió a los presentes al confesar que, si bien tuvo una carrera importante, el mayor premio ha sido el reconocimiento recibido por el público a lo largo de tantos y tantos años.
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