Oneida Hernández, el sentimiento personificado.

Por Diana Rosa Riesco
Fotos: Foto de Alberto Korda (cortesía de la entrevistada) y Angelo Salas.
 
Actriz de radio, televisión, teatro y cine, Oneida Hernández Lorenzo, una de las mejores voces de la locución en Cuba, reconocida como la primera imagen femenina del Noticiero Nacional de la Televisión Cubana por más de 30 años y conductora del programa Te lo cuentan las estrellas del canal Cubavisión, confiesa a la revista Arte por Excelencias, su amor y vocación por estas carreras, donde el sentimiento adquiere relevancia.
 
“La locución, al igual que la actuación, tiene su dramaturgia sin llegar a ser dramática; el locutor transmite una actitud mental y un sentimiento que es tan importante como el razonamiento. Un actor flojo de sentimientos está casi terminado porque si no provoca al público, no consigue comunicar. El corazón de ambos debe latir en consonancia con el receptor; eso es lo que diferencia la actuación de uno u otro profesional con igual experiencia; si no conmueves, no llegas.
 
A mí no me duelen prendas en entregarme totalmente y por veces se me da el sentimiento en demasía, pero eso no me molesta. Como actriz debo encarnar el personaje y darle vida, recurrir al Sí mágico de Stanislavski: Si yo fuera esa persona… apelar a mis emociones, es imprescindible para conmover al público.”
 
Oneida recibió el Premio ACTUAR por la obra de la vida 2010, junto a grandes actores y actrices como María de los Ángeles Santana, Marta Velazco, Luis Lloró y Luis Rielo…, con quienes compartió escenarios, desde 1960 hasta su jubilación en la emisora Radio Arte. Simultáneamente, trabajó en la compañía de teatro Rita Montaner, por más de seis años, bajo la dirección de Gerardo Fulleda León.
 
“Si volviera a nacer sería actriz, la actuación es vocación total, arrolladora; al practicarla se sufre, sobre todo, cuando no valoran lo que puedes dar; pienso que siempre hay papeles para una actriz; aprendí de la máxima del teatro español: No hay papeles pequeños…todos son importantes y en el más pequeño, sin hablar una palabra, un actor puede dar todo el sentimiento del mundo.
 
La técnica se aprende en la academia, pero ser actor, eso viene contigo como el color de tu piel o de tus ojos.  Yo tuve siempre muy claro que quería ser actriz, aunque nunca supe por qué. Desde muy niña me gustaba cantar, diseñar, recitar… y como tenía ciertas facilidades mi familia me apoyaba. Con 18 años, al comprender que en el entorno campesino donde vivía, me sería imposible realizar mi sueño, decidí venir para La Habana, donde llegué en el 1959, al final de la caravana de Fidel Castro.”
 
Su debut en la emisora Unión Radio Cadena Nacional fue casi accidental; la programación era en vivo y al faltar una actriz, el director aceptó que hiciera el papel; quedó complacido y le animó a matricular en la Escuela de Artes Dramáticas del Vedado, donde recibió su primera formación artística con grandes directores como Loly Buján, Elvira Cervera, Roberto Garriga, Mario Rodríguez Alemán….Allí, además de recibir técnicas de actuación y de expresión corporal, entre otras disciplinas de cultura general, conoció la ética de cómo dirigirse al publico, de quien ha recibido cariño y admiración durante casi 55 años de su vida artística.
 
“No recuerdo mi primer empleo pagado porque en aquella época lo hacía por amor al arte; solo quería probar mi vocación y tener la oportunidad de demostrarlo. Con sólo 21 años, y siempre a pura prueba, comencé a hacer teatro en la Sala Arlequín de Rubén Vigón, Allí estuve muchos años; mientras trabajaba como actriz y locutora en radio y televisión, sobre todo en la programación educacional, escenificando novelas, dramatizados y obras de la literatura universal, cuyo objetivo era motivar el amor por la lectura y elevar así, el nivel cultural del pueblo.
 
De todos los personajes que he interpretado, me gustó mucho la Adela de La Casa de Bernarda Alba, la esposa de Leonardo en Bodas de Sangre y la Pepa de la película cubana Café Amargo. El año pasado, interpreté en Radio Arte a una negra esclava de nación que hablaba a media lengua; el personaje estaba tan bien escrito y transmitía tanta ternura que aunque no tenía nada que ver con mi dicción, me fue muy placentero hacerlo y me demostró que quiero seguir siendo una actriz en pleno desarrollo.”
 
Me considero una mujer afortunada porque he trabajado en lo que me gusta; como actriz y presentadora de espectáculos, pude ir a África, en la década de los 80, formando parte de una brigada artística, donde pude transmitirle esperanza y alegrías a nuestras tropas que estaban en Angola y Etiopía. En 1964 trabajé durante un año en la entonces Radio Pekín como locutora y correctora de materiales traducidos del chino al español y en 1967 en la Unión Soviética realicé una función similar y el Noticiero de cine La URSS al día.”
 
Licenciada en Historia, Oneida ha recibido innumerables reconocimientos como la Distinción por la Cultura Nacional, Raúl Gómez García y Majadahonda como artista internacionalista, Premio y Mención del Concurso Caricato 2002 de la UNEAC, Micrófono por el 70 Aniversario de la Radio Cubana, Premio Caracol de Actuación de la UNEAC 2017 entre otros…y es Artista de Mérito de la Radio y la Televisión cubana.