
Por Gladys Alvarado 06/02/2020
Foto: Cortesía de la actriz
El correcto empleo de la voz continúa siendo interés y tema insoslayable para la consecución de un satisfactorio trabajo actoral y es por ello que en esta ocasión entrevistamos a la actriz Yaremis Pérez Rodríguez, graduada de la especialidad de Actuación en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y el Instituto Superior de Arte (ISA), Directora de Casting y profesora de Actuación en la ENA. La entrevistada ostenta una fructífera carrera en la televisión y el cine, razón por la cual la Agencia ACTUAR se siente honrada de tenerla dentro de su catálogo artístico.
¿Qué valor le concedes a tu formación académica de nivel medio de Actuación, en la consecución de un correcto entrenamiento vocal, capaz de sustentar tu carrera como actriz y conductora de la televisión cubana?
El actor, posee tres herramientas fundamentales que debe desarrollar para que su quehacer se convierta en arte, logrando enamorar a los corazones más incrédulos: Psiquis, Cuerpo, Voz. Debe dominarlas y sobre todo, mantener una profilaxis con cada una para evitar que se dañen. Gracias a mi formación como actriz en la Escuela Nacional de Arte (ENA), y el Instituto Superior de Arte (ISA), aprendí esta máxima de nuestra disciplina. En el caso específico de la Voz, desde los inicios de las Academias, fue concebida la asignatura de Voz y Dicción. Contamos con excelentes profesores y foniatras, que mantienen un constante análisis sobre la educación vocal y, que apoyan y aportan sus conocimientos a cada alumno que pasa por sus manos. A través de la Dicción (palabras), se expresan las ideas y los sentimientos, y mediante la Voz, expresamos la sensibilidad y las emociones. Estamos hablando de Comunicación, algo tan antiguo como el hombre mismo. Los actores nos comunicamos en escena con otros actores, y por consecuencia con nuestro público.
Para desarrollar mi voz y mi dicción, particularmente, he transitado por un entrenamiento vocal, que está conformado por ejercicios muy específicos de respiración, tiempo de fonación, resistencia, resonadores, colocación, proyección, ritmo, entonación, articulación, etc. Y aunque todos los actores en Cuba venimos de una escuela Stanislavskiana, que comprende un método y un grupo de ejercicios generales, cada actor necesita según sus deficiencias, un entrenamiento particular que debe priorizar y sostener durante toda su carrera.
La proyección, articulación y una correcta dicción, son vitales en la construcción de un personaje. Cuando te enfrentas a un nuevo rol ¿qué elementos tienes presentes para diseñar la caracterización vocal del mismo?
En el medio televisivo, donde más me he desempeñado, la caracterización vocal de un personaje, debe existir y ser casi imperceptible, teniendo en cuenta lo natural y a veces hasta cotidiano del medio. Hay personajes que te lo permiten más que otros, pero siempre me gusta trabajar con los tonos. En el caso de la articulación y entonación, para suerte mía he podido caracterizar en diferentes trabajos a guajiras, una de Oriente y otra de Cienfuegos. Además, de todas las herramientas que como actor se pueden poseer y dominar. Aquí también influye la observación y el estudio de frases, cadencias, ritmo, y todo lo autóctono que predomine en cada región. Proyectos de época también son determinantes para la articulación, la fuerza en la emisión de la voz, el trabajo con los resonadores y el ritmo. En el caso de la conducción, es importante que se entienda cada palabra, porque a diferencia de los personajes que van acompañados de la emoción, aquí lo importante es el mensaje, el conocimiento y el diálogo interactivo con el espectador.
Como profesora ¿qué acciones trazas para sensibilizar y educar a los alumnos en el empleo correcto de la voz y la dicción?
Tenemos dentro de nuestro sistema educativo artístico, excelentes profesionales que asisten todo el tiempo a las captaciones de las academias. Pero no es lo mismo, un alumno de 15 años en la ENA, que esta en pleno desarrollo de su voz, cuerpo y psiquis, que un alumno de 20 años que ingrese en el ISA, con una madurez en todos los aspectos. Es por ello que se trabaja con técnica definida y probada, por los mejores maestros de nuestro país.
La Cátedra de Actuación tiene un estrecho lazo con la de Voz y Dicción, porque aunque se impartan separadas, y los profesores no seamos los mismos, no puede existir divorcio. Esto los alumnos lo ven y lo asumen. Pero el primero en dar el ejemplo de un adecuado uso de la voz y la articulación, es el profesor, ellos aprenden de ti, beben de tu conocimiento, como años anteriores yo bebí de mis maestros. Es un ciclo, y eso perdura con el respeto a la profesión, que en este caso no es más que el trabajo diario.
Cuando te enfrentaste al casting para elegir el reparto de la película Inocencia, ¿cuán definitorio fue para ti el desempeño vocal individual y el futuro “concierto colectivo” que se pretendía con la película?
Yo tenía la suerte, en la mayoría de los casos, de conocerlos desde que eran estudiantes de la Academia, por tanto sabía de su manera de ser y hacer. Sucede que la vida cada vez va más veloz, y así las nuevas generaciones, y toca desacelerarlo todo, hasta su proceso de pensamiento. Sobre todo si trabajas en un filme de época. Se ensayó mucho, de tal manera que cuando llegaron al set, ya el personaje estaba incorporado. Y por supuesto, cada uno, tenía su tono, su cadencia, su trabajo vocal. Ahí vemos el caso de Yasmany Guerrero en Fermín Valdés Domínguez, con escenas en 1871, y 16 años después.
¿Qué acciones consideras se podrían asumir para lograr mejores resultados sobre el tema en nuestra programación dramática?
Creo que esas acciones a la vez que sales de la escuela, quedan en manos de nosotros los actores. En mi vida cotidiana intento mantener siempre una correcta pronunciación, me cuido de las noches, no fumo, y lo más importante…entreno mi voz.
Cualquiera que sea el medio donde un actor se desempeñe, ya sea teatro, televisión, cine o radio, necesita poseer una voz sana, potente, clara, melódica… en fin, entrenada y lista para lo que su próximo proyecto demande. Aunque, en ocasiones, creo que muchos actores no tienen conciencia del cuidado de su sistema fono articulatorio, rompiendo así con uno de las características más importantes de nuestra carrera, la disciplina.
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